A día de hoy (Octubre ‘2012)
Obras y Restauración de la Iglesia y Aledaños
El objetivo de la obra es revitalizar la pedanía de Ventas de Alcolea mediante varias actuaciones encaminadas a la pavimentación, alumbrado y recuperación de edificios para uso público y polivalente.Las obras que se están llevando a cabo consisten en la urbanización del Paseo de San Fernando, calle principal de la pedanía, donde desemboca un tramo de la “Ruta del Quijote”, dotándola de una instalación eléctrica adecuada. De igual modo se ha previsto la rehabilitación de las instalaciones, que actualmente hace las funciones de Iglesia de la pedanía, para conferirle un uso polivalente, ya que sus características la posibilitan para poder hacer las funciones de auditorio, sala de exposiciones, espacio para conferencias, y otros.
Entre los principales objetivos de esta iniciativa figuran los de mejorar la calidad de vida de los habitantes del medio rural, frenar el deterioro del pequeño núcleo de población, propiciar el desarrollo armónico y sostenible de este núcleo, mejorar y renovar las infraestructuras rural, y beneficiarse de servicios que, de otra manera no se les podrían prestar, relegándoles a una situación discriminatoria con respecto a quienes viven en núcleos de población mayor. Valentín Bueno ha expresado su satisfacción de que esta pedanía pueda ser objeto de importantes obras de mejora para sus vecinos, y de que continúe siendo un lugar atractivo para todos los visitantes ocasionales que recibe.
A principios del siglo XX Ventas de Alcolea llegó a contar con 300 habitantes, y disponía de escuela e iglesia propias. En la actualidad quedan censadas apenas una docena de personas, y sus espacios comunes de convivencia vecinal están bastante deteriorados, aunque son muchas las familias que conservan casas, que utilizan como segunda vivienda, y terrenos rústicos. Muchas de estas personas mantienen sus casas en perfecto estado de uso y conservación llegando a mantener incluso pequeños huertos o animales domésticos que les llevan a acudir frecuentemente para su cuidado.
Históricamente
En la pedanía, dependiente administrativamente de Villarrobledo, se levantó una iglesia en el año 1948, bajo la advocación de San Fernando. Esta iglesia fue costeada en su totalidad por los vecinos de la época, que en aquellas fechas sumaban doscientas cincuenta personas, hoy, medio siglo después, apenas quedan cuatro vecinos viviendo entre recuerdos de lo que fue esta concentración urbana llena de dinamismo, ya que al mismo tiempo que en su calle Mayor, hoy día conocida como Paseo de San Fernando, se construyeron dos escuelas (niños y niñas), en las que se impartieron clases hasta bien entrados los años sesenta.
Las obras de la iglesia dieron comienzo en el mes de febrero del año 1947, finalizando en el mes de mayo del año siguiente, la cual se bendijo y abrió al culto el día de su titular San Fernando.
Dominicalmente se venía celebrando misa, con asistencia de la totalidad del vecindario, más otras diversas gentes que habitaban en los caseríos cercanos.
La superficie interior mide ciento setenta metros cuadrados y su forma es rectangular. Se accede a la misma por la parte sur, a través de unas puertas de grandes proporciones, al fondo se encuentra el altar mayor, con un modesto retablo, a sus lados se abren dos puertas que dan acceso a la sacristía y habitación destinada a retiro.
Antes de llegar al altar mayor, se encuentran dos capillas de iguales proporciones con sus correspondientes altares dedicadas a la Virgen Milagrosa (lado de la epístola) y San Antón y San Nicolás en la parte del evangelio.
Hoy, la iglesia ofrece un aspecto un tanto peculiar, ya que sus imágenes y el mobiliario ha sido retirado para evitar el deterioro (pronto se restablecerán al estar la iglesia en restauración). La junta de construcción la compusieron Juan León García, como presidente; Gregorio Moreno, tesorero y Paulino Moreno que actuó como secretario.